El despertar de los sentidos

Tras los trámites de la frontera, empezamos nuestra ruta dirección a Chefchaouen, lugar capaz de trasladarte a otro tiempo, en el que la prisa no está ni se la espera porque dicen que mata, y que trastoca tu ritmo y tus latidos del corazón lo quieras o no.
Como si de un pueblo andaluz se tratase, su carácter artesanal, el buen ambiente de sus gentes y el clima del que siempre goza la ciudad, han hecho de Chefchaouen uno de esos pequeños paraísos naturales que te regalan una instantánea a cada paso que das.
Cuenta la leyenda que cuando los musulmanes fueron expulsados de la península, Catalina Fernández, una mujer de Vejer de la Frontera (Cádiz), casada con el Emir marroquí Sidi Ali Ben Rachid, echaba tanto de menos el pueblo, que éste ordenó construir Chefchaouen a imagen y semejanza de Vejer.

Hoy emprendemos nuestro segundo día de ruta hacia unas de las ciudades imperiales del país, FEZ, no sin antes, visitar el sitio arqueológico que nos recuerda el paso de Roma por esta región, VOLUBILIS ( فولوبيليس Walili). Fundada en el Siglo III a.C., la ciudad de Volubilis, fue un importante puesto de avanzada militar del imperio Romano en el que se erigieron múltiples monumentos de gran belleza.
Una vez acabada esta visita, continuamos nuestro viaje hasta Fez, Ciudad Imperial cuyo origen se remonta al siglo VIII. Es también una de las primeras ciudades Santas de culto musulmán en Marruecos y además tiene el orgullo de albergar la Universidad más antigua del mundo.

Hoy toca una gran ruta. Sera una jornada larga. Descubriremos las montañas del Medio y Alto Atlas, donde exploraremos pequeños pueblos y un paisaje ondulado de bosques de Cedros y montañas. Por un momento nos empaparemos de la sensación europea de Ifrane, a veces llamada la "pequeña Suiza" desde donde descenderemos a la ciudad bereber de Azrou para ver los macacos de Ifrane (Macaca Sylvanus) donde su modo de vida está estrechamente ligado al de los cedros del Atlas (Cedros Atlántica). Almorzaremos en ruta y pondremos rumbo hacia nuestro destino, el desierto de ERG CHEBBI, no sin antes hacer una parada en el majestuoso Valle del Ziz y su palmeral.

Día de descanso. Después de un relajante desayuno, visitaremos la población de Merzouga y Hassilabied. Tras la comida en el Riad, descansaremos un poco antes de adentrarnos en dromedario en las dunas anaranjadas de Erg Chebbi al atardecer, donde podrás contemplar y fotografiar la puesta de sol. Esta experiencia nos descubrirá un pequeño oasis por el desierto mas solitario, escondido entre dunas, donde cenaremos y pasaremos la noche en medio de un manto de estrellas. Si te levantas temprano, podrás dar un paseo por las dunas y contemplar como el sol se eleva por la frontera de Argelia a escasos kilómetros de Merzouga.

Después de la experiencia de la puesta de sol en el desierto y del delicioso desayuno, pondremos rumbo siguiendo la ruta de las 1000 kasbash hacia la ciudad de Tinerhir, donde se encuentra la Garganta del Todra, ese impresionante cañón tallado por el río Todra en las faldas del Alto Atlas. Sin embargo, la poderosa imagen de la gigantesca grieta atravesando la pared de roca, tendrá que esperar. Ante nosotros se nos presentan unas vistas magníficas de un exuberante palmeral, y de telón de fondo, una amalgama de casas de adobe del mismo color que las montañas que dejan a su espalda, el Ksar Affsalou. Desde ésta continuaremos hasta la tan esperada Garganta del Dades y sus famosas curvas reviradas. Una vez finalizada esta visita y después de comer en ruta, nos orientaremos al final de nuestra ruta, OUARZAZATE, no sin antes hacer un alto en el valle de las Rosas (KalaatM'Gouna), contraste de paisaje y colores verdes de los oasis y rojizos de sus tierras y Kasbash. Zona dedicada al azafrán y principalmente al cultivo de la rosa de Damasco para fines cosméticos.

Aunque nuestro objetivo de hoy es la ciudad Imperial de Marrakech, empezamos la ruta rumbo hacia Ait Ben Haddou, ciudad fortificada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, una de las kasbash mejor conservadas de Marruecos y donde se han rodado numerosas películas como Babel, La última tentación de Cristo, Asterix y Juego de Tronos entre otras. Serpentearemos el Alto Atlas a través del puerto de Tizin' Tichka con una altitud de 2260 metros sobre el nivel del mar, siendo el puerto asfaltado más alto de Marruecos.

Hoy tendremos el día para visitar esta ciudad amurallada llena de palacios, jardines y mezquitas, también llamada la ciudad roja y en la que es casi una obligación perderse por la medina y regatear en el zoco. Es una ciudad que te ofrece increíbles atractivos.
Además de ver monumentos, la visita se centrará en sentir el gran ambiente que tiene la ciudad, el que encontrarás concentrado sobre todo en su famosa plaza Jemaa El Fna. Marrakech mantiene ese ambiente exótico que nos resulta tan atractivo a los europeos.

Aunque nuestro objetivo es la capital económica del país, RABAT, a su paso por Casablanca en nuestra ruta de hoy, haremos un alto en el camino para visitar la Mezquita de Hassan II, siendo la segunda mas grande del mundo después de la mezquita de La Meca. Por el contrario, tiene el minarete más alto del mundo, con sus 200m de alto. Esta arquitectura tan maravillosa fue construida sobre el agua y se alza frente al Océano Atlántico ofreciendo su silueta digna de admiración.
Continuamos nuestra ruta hacia Rabat donde una vez ya instalados, visitaremos su Medina, que, como la mayoría de las localidades marroquíes, su esencia más pura se concentra en ella. También podremos visitar su arteria principal en la avenida Mohammed V, y las calles más comerciales, Souika y Cónsules, encontrándose en torno a la primera el Zoco del Oro, el Souk es Sebat (techado con juncos), así como la Kasbah de los Oudayas, una zona en la que predominan la cal y el azul añil en sus fachadas, lo que te recordará bastante a Chefchaouen. Recibe este nombre por la tribu árabe Udaya, que se instaló ahí en el siglo XIII para proteger la ciudad.

Último día de esta maravillosa experiencia. Nuestro objetivo es llegar a buen puerto, a la ciudad de Tanger, no sin antes visitar la ciudad de Asilah, la estrella de la costa Atlántica norte de Marruecos. En Asilah hay ciertos lugares que no te puedes perder, pero el más sabio de los consejos que os podemos dar para visitar Asilah es que te pierdas.